Colapsantes ideas miro a través de la ventana, sin sombras y sin aullidos,
sólo la luna es testigo de mis recurrentes delirios.
Buscando razones que no parezcan alaridos
me paso la noche con las pestañas en los labios.
Sonámbula intermitente que busca cantos callados,
temiendo de la soledad inerte que provoque tropezar mis pasos.
Sin embargo un rayo de luz congruente se asoma entre mis párpados,
y la brisa recorriendo mi materia gris refresca la memoria
y tolera las quejas de mi subconsciente: verdades hirientes.
Quisiera eliminar la sal de mis lágrimas,
arrancarle la lengua a mis mentiras
y llenar de polvo el pasado.
Sin embargo me persigue una corriente de lava,
un karma inminente,
una noche eterna.
Aún así guardo en los bolsillos piedras
que me recuerdan que aún tengo una cuerda
para salir del abismo de mis pesadillas,
para sacudir la locura de mi cuerpo,
para morir y volver a nacer.
Por Luggena K.
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